12 jóvenes recibieron el sacramento de la Confirmación en San José Benito Cottolengo

El viernes 26 de septiembre, en una iglesia repleta de familiares, amigos y feligreses, 12 jóvenes de la Parroquia San José Benito Cottolengo recibieron el sacramento de la Confirmación, culminando un proceso de formación de un año y medio en el que participaron en catequesis, adoraciones al Santísimo y diversas actividades pastorales. La Eucaristía fue presidida por Monseñor Manuel Camilo Vial, quien en su homilía invitó a los jóvenes a abrir el corazón a la acción del Espíritu Santo y a ser testigos valientes de Cristo en la vida cotidiana.

La misa fue concelebrada por el párroco, padre Claudio Quintanilla, el padre Teófilo Calvo, superior delegado de la Obra Don Orione en Chile, y el padre Stefan Bulai, formador del Teológico Latinoamericano Don Gaspare Goggi. Estuvieron presentes el hermano Sebastián Vega, recién llegado de Italia, el diácono Marcelo Flores y el postulante Rubén León, quienes se unieron a esta celebración tan significativa para la comunidad. La presencia de todo el equipo pastoral dio un marco de comunión y fraternidad a la ceremonia, subrayando el carácter comunitario de este sacramento.

Durante la liturgia se vivieron momentos de gran emotividad, especialmente en el rito de la imposición de manos y la unción con el Santo Crisma, signos visibles de la gracia del Espíritu Santo que fortalece a los confirmandos para ser discípulos misioneros. En la ofrenda, se presentó una imagen de San Luis Orione, símbolo del carisma de la Obra, recordando que la Confirmación es también un envío a la misión de servir a los más pobres y necesitados, en fidelidad al ejemplo del “Santo de la Caridad”.

Los catequistas Myriam, Carolina, Jeanette, Ernesto (Tito) y Rubén, junto al hermano Javier Navarrete, acompañaron y guiaron con dedicación este proceso formativo que preparó a los jóvenes para recibir el sacramento de la Confirmación. Con paciencia y dedicación, guiaron a los jóvenes en su crecimiento espiritual, ofreciéndoles espacios de oración, reflexión y encuentro comunitario. Su labor fue ampliamente reconocida por la comunidad, que agradeció el esfuerzo realizado para que este día fuera posible.

La celebración concluyó en un clima de fiesta y gratitud. Los confirmandos recibieron un recuerdo conmemorativo de su Confirmación, símbolo de este paso tan importante en su vida de fe. La alegría se expresó en los rostros de los jóvenes y de sus familias, que compartieron la emoción de verlos asumir públicamente su compromiso con la Iglesia. Este acontecimiento fue vivido como un verdadero Pentecostés parroquial, que renovó la esperanza y la fe de todos los presentes, impulsando a la comunidad a seguir creciendo unida y animada por la fuerza del Espíritu Santo.

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