Estamos muy contentos y agradecidos del Señor, pues hoy 18 de agosto, memoria litúrgica de nuestro querido Padre Hurtado y en el contexto del "día de la solidaridad" establecido ya hace algunos años en nuestro país, es que nuestra comunidad parroquial se ha vestido de fiesta pues ha recibido a los invitados más importantes para celebrar juntos.
Como sabemos, ya desde hace algunos años en nuestra Comunidad de Divino Maestro funciona la "ollita solidaria" que cada lunes y miércoles da de comer a los hermanos más necesitados. La dinámica de este servicio solidario es que cada persona que acude a este lugar se inscribe previamente y luego se acerca para retirar las porciones de alimento que necesita. Pero hoy fue especial, estábamos de fiesta así que preparamos el salón de la Capilla con unas lindas mesas y un altar con una imagen del Padre Hurtado y otro de Don Orione, santos que nos inspiran en el servicio atento y generoso a los hermanos.
A las 13.00 hrs nuestros amigos y amigas ya estaban en la puerta esperando la "reunión con el párroco", pues hoy se les había citado de manera excepcional con esa excusa. Y aunque no era una reunión propiamente tal, sí era verdad que estaba esperándolos nuestro párroco el padre Claudio, pues estaba todo listo y dispuesto para la bendición de este rico almuerzo.
Una vez proclamado el Evangelio del Buen Samaritano, nuestro párroco hizo oración para dar el puntapié inicial a esta hermosa fiesta.
Una sopa caliente, pollo al jugo con puré de verduras y una rica sémola con mermelada fue el menú previsto por los voluntarios organizadores del evento; además de pan fresquito acompañado de un rico y condimentado pebre. No faltó nada, al contrario, varios pudieron repetirse la sopa y comer pan sin límite. Todo esto acompañado de una "infaltable" lata de Coca Cola.
Finalmente se dio término a esta celebración entregando a cada invitado un presente de parte de toda la comunidad parroquial que durante las semanas previas a esta actividad se organizó para concretarlo. El regalo consistía en un "pote" donde ellos van a poder seguir retirando los alimentos los días que vengan a nuestra Capilla, además de útiles de aseo personal para cada uno.
Al terminar la jornada, la emoción de los voluntarios y voluntarias era evidente. Durante el almuerzo compartido entre ellos destacaban las expresiones y gestos de las personas, ese gozo compartido y gratitud que se expresa a través de un abrazo, sonrisa o mirada. Ocasiones como esta nos animan a seguir adelante pues como decía el padre Hurtado hay que "Dar hasta que duela" y Don Orione con su máxima "Sólo la Caridad salvará al mundo".
Que Dios nos siga acompañando en esta obra de misericordia en favor de nuestros hermanos y hermanas. Ave María y adelante!
Les compartimos más fotos de esta actividad
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